Poco a poco le vamos pisando los talones a Estados Unidos en cuestión de celebraciones, porque nunca podremos negar que son un referente indiscutible en lo que a eventos se refiere. Cualquier logro o cosa nueva, es un motivo de celebración para ellos, como por ejemplo la llegada de un recién nacido. Son ideas que nos encantan y las buenas tradiciones se pueden y deben coger prestadas. Además, una premisa que compartimos desde el principio Quinta Lacy con Estados Unidos es que las cosas si se hacen, se hacen bien, por todo lo alto, a lo grande.
El tema del que vamos a hablar a continuación seguro que ya lo conoceréis probablemente de oídas, pero os lo vamos a presentar de tal forma que querréis ponerlo en práctica: la rehearsal dinner o lo que traduciríamos aquí literalmente como Cena de ensayo. Se trata de una reunión que tiene lugar el día anterior a la boda, a la que asisten los invitados más allegados a los novios como familiares, amigos cercanos y damas de honor entre otros. El cometido principal de esta reunión en teoría es para ensayar para el día de boda y que se conozcan aquellos que todavía no han tenido oportunidad, pero en la realidad o el enfoque que le daríamos nosotros, sería el hecho de juntarse simplemente para tener un encuentro previo al gran día y que los novios se sientan arropados.
Suele ser un acto informal para una cena (como el propio nombre indica) pero también se puede hacer una comida o incluso un brunch (almuerzo-comida). Lo que nos gusta es el concepto de que antes de la boda haya un encuentro desenfadado o formal (eso ya es cosa de los novios) para que los nervios se vayan poco a poco, que no sea todo tan de golpe y frío el día de la boda y lo mejor, para alargar un poquito más la alegría y la felicidad de lo que está por llegar.