Evidentemente, es el summum de las mesas. De hecho, se le llama la mesa presidencial y es donde vais a ir sentados vosotros, los novios, ya como marido y mujer. Esta sección en la preparación tiene el punto de partida una vez hayáis escogido el lugar, lógicamente y cuando el tema en torno al cual va a girar la boda también este pactado y cerrado. Esta última parte no es que tenga que ser tan rotunda, pero sí ayudará a la hora de moldear el setting de las mesas, incluida la que vamos a hablar, la de los novios.
Si una cosa hay que tener en cuenta en primer lugar en este momento es que las reglas están para romperlas. Una vez tenemos esto asumido, continuemos. Aspectos importantes para montar la mejor mesa presidencial grosso modo:
– ¡¿Quiénes van sentados en esta mesa?!.
El protocolo establece que en la mesa presidencial han de ir los padres de ambos, alternando hombre y mujer; la novia se sitúa a la derecha del novio, correlativo su padre y su madre y en el caso del novio al revés, su madre y su padre respectivamente. Además, a partir de esta mesa se sitúan el resto según el grado de proximidad a los novios, de cerca a lejos. Pero, como hemos dicho desde el inicio, las reglas están para romperlas y para hacer y deshacer con el protocolo que más a gusto nos haga sentir y más felices vayamos a ser y eso lo entenderá todo el mundo. En la mesa presidencial podéis estar solos, si así lo deseáis; podéis compartirla con vuestros tíos, primos o sobrinos más allegados; o incluso vuestros mejores amigos, que puede darse el caso que son vuestros testigos. Si que es verdad que recomendamos que el número de personas en la mesa presidencial sean las mínimas posibles (alrededor de 4 a 6) para mayor comodidad.
-Su forma, redonda o rectangular.
Esta es una gran duda que va a gustos. Con la mesa redonda, situada en el epicentro de la celebración os permiten estar más cerca los unos de los otros y por ende son perfectas para poder hablar con todos los comensales. Con las rectangulares, se suelen colocar en el lateral y son ideales para ver todo el salón.
-La decoración de esta; silla, mesa, flores, cubertería, etc.
Decidido el primer y el segundo paso, el tercero es más fácil y divertido. En general y mientras no difiera mucho del resto, podéis permitiros el variar un poco el diseño del resto. Las sillas, decoradas con carteles en los que indiquen “novia” y “novio” en inglés o en español, con flores, con guirnaldas, con luces… la cubertería y la mantelería puede seguir la misma tonalidad y variar en el estampado…
Esto solo es un aire, por encima, de todo lo que supone la mesa presidencial.
¿Qué os parece si la montamos juntos?