En la película Chef, protagonizada por Jon Favreau y la aparición de Sofía Vergara (como su exmujer), un famoso chef de un famoso restaurante deja su puesto por no aceptar las exigencias del propietario. No os preocupéis que no vamos a destripar la película porque lo bueno es su trasfondo (y su BSO), pero el caso es que emprende un nuevo camino y se adentra en el negocio de un food truck; tratando así de elaborar con la mejor materia prima y a su modo, los mejores bocadillos de la zona. Y básicamente, esa es la esencia de los buenos food trucks, la especialización en una elaboración.
Evidentemente, es un ocio proveniente de Estados Unidos y lo hemos visto en las películas millones de veces en versión de vendedores de hot-dogs y de hamburguesas. Si lo extrapolamos a España podemos asemejar el negocio de los churros, pero tampoco. El caso, es que la ola “foodtrackera” crece y crece hasta niveles de que hubo un programa hace poco en el que participaba el ganador de la III edición de Masterchef, Carlos Maldonado y ahora uno de los finalistas de la última edición, Toni, también emprende la aventura.
Volviendo a lo que hemos dicho antes, lo que caracteriza o creemos que caracteriza un buen food truck es focalizarse y centrarse en una elaboración. Y lo mejor es que hay especializados en muchos países. Los encontrarás de fusión china y peruana, japonesa, nacionales y de productos mediterráneos, mexicana, por su puesto, nirvana de la comida callejera…
Pero esto no es un artículo de El País, que ya nos hemos pasado con los datos. Vamos a lo que vamos. Lo que queremos decir es que es una grandísima idea colocar unos cuantos, de estos en tu boda, en tu cumpleaños, en tu aniversario o en tu fiesta. Bien para la comida principal, bien para el resopón o bien para los postres, ahí ya decides tú.
Lo mejor de lo mejor, es que en nuestros jardines caben bastantes. Y montado con gusto, como siempre decimos ¡Puede quedar soberbio!
¿Os animáis?