Cuenta la leyenda que a finales del siglo XVI el corsario Rcihard Drake ideó la primera versión del mojito, que llevaba aguardiente; pero cuando la producción de ron comenzó a perfeccionarse, este cóctel que en Cuba se conocía como Draquecito en honor a su inventor, pasó a sustituir el aguardiente por el ron y a llamarse Mojito. Fue Hemingway quien lo popularizó, lo bebía en La Bodeguita del Medio en Cuba.

Actualmente el mojito es el cóctel estrella de las fiestas y además el preferido de las mujeres por su sabor suave y porque es muy entretenido de remover. Hoy en día casi todos los locales de fiesta o salones de boda ofrecen mojitos, pero muchos modifican la receta o lo sirven de botellas preparadas. Aunque pueda parecer que seguir a rajatabla la fórmula del mojito y utilizar los ingredientes exactos no tenga tanta importancia, no es así; los componentes de este refrescante cóctel tienen que prepararse con las proporciones adecuadas de cada ingrediente para que el sabor sea equilibrado, ni demasiado dulce ni demasiado ácido, y que no quede muy fuerte para que sea agradable de tomar.

La coctelería es toda una  una disciplina dentro de la restauración, pues una buena bebida tiene que aportar el toque exacto de cada componente para que en el coctel resultante se puedan apreciar todos los matices y por eso es fundamental seguir las recetas y asegurarse de que los ingredientes son los mejores. Nosotros cumplimos este compromiso con nuestro famoso mojito pues en Quinta Lacy lo preparamos siguiendo la receta original y con los ingredientes tradicionales: azúcar moreno, menta fresca, lima, ron blanco y hielo picado; si a esto sumamos el buen hacer de Javi, se convierte en una deliciosa combinación elaborada con mucho cariño, nuestro ingrediente secreto.