“Tienes que conocer las reglas para poder romperlas”- Alexander Mcqueen. Pues ahí está la cosa.
La RAE define protocolo con varias acepciones refiriéndose en el sentido más estricto. De las 5 que tiene, nos hemos quedado con dos porque son exactamente al que nos que queremos referir.
-Secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.
-Conjunto de reglas establecidas por norma o por costumbre para ceremonias y actos oficiales o solemnes.
Adaptando ambas y llevándolas a nuestro terreno, comenzaremos por la primera y añadiendo que, en este caso y en el sentido más amplio de la acepción, estamos muy de acuerdo. La organización de un acto ha de partir siempre desde el protocolo de acción. Es decir, necesitamos unas pautas concretas a seguir para todo el montaje en general, tanto de las cosas grandes como de las pequeñas con el principal objetivo de que esto nos lleve al éxito. Sin organización, difícilmente se consigue el éxito y organización es igual a protocolo.
Sea el evento que sea, dónde sea y como sea. Necesitamos tenerlo todo bajo control para saber actuar y reaccionar ante imprevistos.
Después está la siguiente y en la que realmente queremos aplicar la cita que dijo en su día Alexander Mcqueen, diseñador revolucionario donde los haya: conoce las reglas y rómpelas. Y nos referimos al color blanco del vestido de novia, a llevar vestido corto o largo a las bodas, a que en las damas de honor no haya un hombre, a que la novia entre antes al altar o a que sea a ella a quien le pidan matrimonio. Hemos puesto ejemplos de boda porque son los más típicos, pero al igual ocurre con otros eventos.
Siempre en el momento adecuado, porque hay veces que lo requiere sí o sí. Pero siempre que se tenga oportunidad partiendo de la base de la organización… customiza, innova, salte de la línea y prueba nuevas cosas. Quien sabe si gustan más que las que habían.