Querido papá,
Ya sé que todos los días deberían ser tu día, pero no siempre puedo expresarte todo lo que siento por ti como me gustaría, por eso creo que fue establecido el día del padre. Además de que tampoco puedo complacerte como realmente mereces, aunque quiera.
Pero eso no significa que no te quiera cada día un poquito más, porque a pesar de todo, pasa el tiempo y yo te sigo viendo como una luz en mi camino, como mi amuleto de la suerte. Enseñándome a pescar y no a pescarme tú el pez, dejándome que cometa mis propios errores, ayudándome si estoy en el suelo, a levantarme, abrazándome si estoy triste y mirándome con los ojos más tiernos que existen si estoy feliz. Molas mucho, en todos los sentidos.
No puedo estar más agradecid@ con el mundo de que te mandara a mi vida y a mamá en cualquier caso por escogerte; que gran elección.
Muchas veces me has dicho que, si yo soy feliz, tú eres feliz. Por eso he decido consentirte para el día del padre en un lugar que nos quiere ver felices a todos. Nos vamos a disfrutar de las maravillas que tienen preparadas este gran equipo para nosotros: una fantástica jornada, el día 19 de marzo, en los salones de Quinta Lacy, junto a toda la familia o quienes tú decidas compartir este día.
Ya he estado en otras ocasiones celebrando con ellos y no defraudan nunca. Es más, siempre se salen de la línea si de felicidad se trata.
Nos tienen preparados un estupendo y completísimo menú a base de unos entrantes de lo más variados, entre los que está uno de tus favoritos el mejor jamón de bellota, plato principal a elegir y con toque dulce, por supuesto. Pero no te quiero decir más porque quiero que sea sorpresa.
Eso sí, no quiero que te preocupes de la economía, porque el precio del menú es más que perfecto y corre todo de mi cuenta. Es lo menos que puedo hacer por ti.
Te quiero hasta el infinito y más allá, papá.
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