Hay elaboraciones gastronómicas que pretenden conseguir un efecto concreto en el comensal y tan importante es su contenido como su continente, porque, como en muchas ocasiones decimos la experiencia plena es la suma del todo. Y en este caso en concreto, con continente nos referimos a vajillas para enamorar, las cuales llegan a un nivel de relevancia que todo buen chef toma el factor “elegir bien la vajilla” tan enserio como el propio producto. Algunos incluso, optan por elaborar una vajilla propia junto a artesanos del sector para que llegue a la sintonía que se busca.
Evidentemente, traemos este tema a la mesa (nunca mejor dicho) porque en eventos de todas las categorías es algo que no se puede pasar por alto. Es claramente un detalle que marca la diferencia.
Existen tanta variedad de diseño de vajillas como estrellas hay en el cielo y cada cual más bonita; las hay que viene todo el set conjuntado: plato llano, hondo, plato del pan, la ensaladera, la salsera, et.; las hay que solo viene plato llano y hondo o solo plato llano y del pan. Dependiendo de la formalidad y del grado de sorpresa que queramos proporcionar elegiremos una u otra.
Además, si es que es el caso que te quieres inclinar por esta opción de vestir tu mesa con una vajilla especial pero no deseas comprarla por completo, el siglo XXI te proporciona la magnífica opción de que la puedas alquilar.
Quinta Lacy cuenta con varios proveedores especializados en el alquiler de menaje que tienen una variada gama.
Un ejemplo de lo que decimos es este de Yvonne Ellen:
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Nos ha parecido muy gracioso y muy curioso para vestir una mesa. Seguro que a tus comensales también les evoca el “wow”.
¿Qué os parece?